martes, 25 de diciembre de 2007

La primera experiencia mundialista del Africa negra

Dos debuts destacados se produjeron en la Copa Mundial del año 1974, disputada en Alemania Federal. Por un lado llegaba a la ronda final Australia, el primer equipo de Oceanía en disputar la última etapa de la competencia.
Si bien se fueron en la primera fase, los australianos tuvieron una decorosa participación y aunque no convirtieron goles, se llevaron un punto de recuerdo al igualar ante Chile.

El otro debut llegó desde el Africa negra. Las participaciones africanas habían sido sólo 2 (Egipto en 1934 y Marruecos en 1970), llegando Zaire a la fase final del ’74.
La participación de los zaireños fue controvertida desde el principio. En la eliminatoria, y por un decreto gubernamental, los jugadores fueron obligados a prescindir de sus nombres con derivaciones europeas, a favor de las raíces africanas.
Dirigidos por el yugoslavo Blagoje Vidinic, enfrentaron a Togo en la Primera Fase, donde anularon el ataque togolés con marca personal y una pizca de violencia, permitida por los arbitrajes. Empate sin goles en Lomé y un contundente 4 a 0 de local, depositaron a Zaire en la Segunda Fase africana.
El 4 de febrero de 1973 los zaireños fueron a jugar a Douala, ante Camerún. A los 2 minutos Zaire abrió el marcador por intermedio de Kalala N’tumba (antes Jean N’tumba). Además del triunfo de los visitantes con ese único tanto en la madrugada del partido, el encuentro se destacó por un cambio en el combinado camerunés. En el minuto 72 salió del once titular Mouthe, para darle paso a un joven debutante que años más tarde sería famoso: Albert Roger Milla.
Camerún ganó en Kinshasha y debieron jugar un encuentro de desempate, también en la capital zaireña. EL delantero camerunés Jean Daniel Eboue enloquecía a los defensores de Zaire. Cuando estaba por finalizar la primera etapa, dos defensores locales fueron a buscar al hábil delantero camerunés con violencia. Por un lado el central Bwanga; por el otro, el lateral izquierdo Kafula N’goie. El intento del “sandwich” violento fue fallido, ya que Eboue, con otra inspiración de habilidad salió una milésima de segundo antes de la posible falta, dejando a los defensores zaireños en el choque que terminó con la hospitalización de Bwanga Tshimen. Igualmente Zaire se impuso por 2 a 0 y pasó a la Tercera Ronda (el grupo final) donde esperaban Zambia y Marruecos.
Pese a que a Zambia parecía quedarse con la plaza africana para Alemania 1974 tras golear a Marruecos por 4 a 0 en el primer partido, tres derrotas los dejaron afuera quedando todo entre zaireños y marroquíes. El partido de ida fue tan polémico (ganó Zaire 3 a 0 con infracciones al momento de los goles), que los del norte de Africa no se presentarona jugar la revancha calsificando así a Zaire, la primera selección del Africa negra.
Ya en Alemania, los africanos tenían a Escocia, Yugoslavia y Brasil como rivales en el grupo 2. Sabían que sería complicado sostener un partido, pero no imaginaban tanto. Los escoceses pegaban más fuerte que ellos, hecho que los dejó sorprendidos. Igualmente Zaire salió con un decoroso 0-2 en contra y jugando con una formación muy ofensiva: 4-2-4.
El DT del seleccionado africano conocía el fútbol yugoslavo, precisamente por ser de esa nacionalidad. Pero a los 20 minutos de la primera etapa Zaire perdía por 3 a 0, su arquero titular era reemplazado por una decisión del técnico (tuvo incidencia en los 3 goles) y el mediocampista Mulamba N’Daie se iba expulsado por una fuerte falta.
La inexperiencia internacional de los africanos se hizo cada vez más evidente, quedando demostrado en la primera intervención de Dimbi Tubilandu, el arquero suplente, que fue a buscar la pelota adentro del arco un minuto después de haber ingresado. Con los africanos cansados, desilusionados y deprimidos, poco le costó a los yugoslavos completar la goleada para cerrar con un contundente 9 a 0.
Brasil fue el último rival de los zaireños y los sudamericanos tenían que golear. Pero los últimos campeones no estuvieron en su mejor tarde y solo convirtieron 3 goles, desperdiciando no menos de 10 oportunidades.
Igualmente los hechos destacables del encuentro se produjeron en una misma jugada: los jugadores de Brasil se tomaban un tiempo ridídculo para ejecutar un tiro libre, protestando constantemente por la posición de la barrera. Cuando el árbitro Nicolae Rainea pitó su silbato para que la falta se ejecutara, el lateral africano Ilunga M’wepu salió de la barrera y despejó el balón al lateral. Todos quedaron sorprendidos e incrédulos, más aún ante la protesta del defensor tras recibir la tarjeta amarilla, creyendo que estaba en lo correcto. M’wpu estaba convencido que el primero que llegaba a la pelota tras el silbatazo, se hacía con la posesión de la misma.
Años después, el defensor concedió un reportaje a la BBC de Londres donde dijo: “nuestro mayor error fue creer que volveríamos millonarios del mundial, pero sólo llegamos con centavos en los bolsillos… Antes de jugar ante Yugoslavia nos enteramos que nos iban a pagar. No teníamos ganas de jugar”.
Después de ser goleados en los que se consideró la mayor vergüenza del fútbol africano, los zaireños recibieron una intimidación de parte del líder del estado africano Mobutu Sese Seko: “nos dijeron que si perdíamos por más de 4 goles contra Brasil, que mejor nos quedáramos en Alemania” afirmó M’wepu.

viernes, 7 de diciembre de 2007

El último título mundial de la URSS

Por Eduardo Cantaro

Hace dieciseis años, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el estado que había nacido el 29 de diciembre de 1922 con la fusión de varias repúblicas europeas y asiáticas, entre otras Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Armenia, se disolvía. Junto a la disolución de la Unión Soviética, la mítica selección de fútbol que lo representó en los torneos mundiales también se trasnformaba.
El debut futbolístico de la Unión Soviética en torneos internacionales se hizo esperar, si bien la Rusia imperialista que había participado en los Juegos Olímpicos de 1912 era su antecesora, y la URSS heredaba su historial.
El primer partido bajo el nombre de la URSS se disputó el 16 de noviembre de 1924 y el rival fue Turquía. La Unión Soviética ganó por 3 tantos contra 0.
Pero su primera participación en torneos oficiales se dió después de la Segunda Guerra Mundial, en los Juegos Olímpicos de Helsnki. Bulgaria fue un duro rival para los soviéticos, que pudieron ganar con un gol en el primmer tiempo suplementario tras igualar en un tanto en los primeros 90 minutos.
Ya comenzaban a aparecer nombres que harían historia en el fútbol soviético, como el de Igor Netto ó Anatoly llyin.

Ese equipo fue reforzado para los Juegos de Melbourne 1956 con el arquero Lev Yashin y los delanteros Eduard Streltzov y Valentin Ivanov, obteniendo el oro olímpico al derrotar a Yugoslvavia 1 a 0 en la final. Ese fue el primer título futbolístico de la Unión Soviética.

UNION SOVIETICA 1
Lev Yashin, Boris Kuznetsov, Anatoli Bashashkin, Mikhail Ogonikov, Igor Netto, Anatoli Maslenkin, Boris Tatushin, Anatoli Isaev, Nikita Simonyan, Sergei Salnikov, Anatoli llyin.
YUGOSLAVIA 0
Petar Radenkovic, Mladen Koscak, Nikola Radovic, Ivan Santek, Ljubomir Spajic, Dobrosav Krstic, Dragoslav Sekularac, Sava Antic, Zlatko Papec, Todor Veselinovic, Muhamed Mujic. DT:
08-12-1956 Olympic Park, Melbourne, Australia
Público: 86716
GOLES: 48’ Anatoly llyin (URS).
Arbitro: Ron Wright (Australia).

En 1958 tuvo su primera participación en una Copa Mundial, trofeo que nunca pudo alcanzar, siendo el cuarto lugar el mejor puesto logrado, cuando perdió 1-2 el partido por el tercer puesto ante Portugal en Inglaterra 1966.
Anteriormente, en el año 1960, la Unión Soviética ganaba la primera Copa Europa de Selecciones, derrotando también a Yugoslavia, en esa oportunidad por 2 a 1.
Luego llegaron los años de sequía en cuanto a títulos, ya que del fútbol soviético brotaban figuras como Oleg Blokhin, Vagiz Khidiatullin, Vassili Rats, Vladimir Bessonov, Sergei Baltacha, Alexandre Chivadze y Sergei Aleinikov, entre otros grandes jugadores.
Tras el fracaso en sus propios Juegos Olímpicos, los de Moscú 1980 y con más de 100.000 espectadores dándole una silbatina de desaprobación a los jugadores que habían perdido en la semifinal, llegaría un paréntesis internacional con eliminaciones en eliminatorias de la Euro, la temprana eliminación en las Copas Mundiales de la FIFA y la renuncia a los Juegos de 1984.
Pero en 1988 llegarían dos finales, la primera, en la Euro de 1988 ante la Holanda de Gullit y van Basten, con triunfo de los holandese. La segunda, la final olímpica de 1988, que sería a la postre el último título a nivel mundial ganado por la selección soviética.
La elimiantoria para Seúl 88 fue un trámite para los jugadores soviéticos, pero en el grupo tenía rivales de cuidado. Argentina, Corea del Sur y Estados Unidos podían sorprender al seleccionado euroasiático, más aún cuando en el primer partido empataron sin tantos ante Corea.
En el segundo encuentro, el rival fue Argentina, que tenía jóvenes figuras que no eran tenidas aún en cuenta en la selección mayor, pero que serían fianlistas en Italia 90. Igualmente los soviéticos superaron a los sudamericanos convirtiendo dos goles en los primeros 25 minutos de juego y sellando el partido.
Tras ganarle a los Estados Unidos por 4 a 2, el rival de cuartos de final sería el segundo del grupo D, integrado por Brasil, Australia, Yugoslavia y Nigeria.
Los australianos dejaron afuera a los yugoslavos y se clasificaron segundos, quedando como rivales de la URSS. El primero había sido Brasil, un gran candidato al título que tenía jugadores como Taffarel, Geovani, Romario y Bebeto.
Australia pudo aguantar un tiempo sin que los soviéticos abrieran el marcador, pero una vez que llegó el primero, la superioridad se vio reflejada en el marcador final, con un contundente 3-0.
Contra Italia, en la semifinal, empataron los primeros 90 minutos en un tanto. El alargue tuvo más emoción que todo el partido: Arminas Narbekovas y Alexei Mikhailichenko rompieron con el "catennaccio" italiano y obtuvieron el pase para la final. Allí esperaba Brasil, un equipo realmente poderoso.
Otra vez un alargue tras la igualdad en los 90 minutos. Bebeto abría el marcador para los sudamericanos en el primer tiempo y Dobrovolski empataba con un certero tiro desde el punto de penal.

El primer tiempo suplementario se estaba terminando cuando Evgeni Yarovenko y Vladimir Lioutyi se pusieron los trajes de albañiles para construir una brillante pared que terminó en los pies de Yuri Savitchev, quien definió por arriba de Taffarel, que salía a cortar la jugada. La Unión Soviética ganaba así su segunda medalla dorada.

EL PARTIDO
UNION SOVIETICA 2
Dimitri Kharine, Sergei Gorloukovitch, Victor Lossev, Guela Ketachvili, Evgeni Yarovenko, Evgeni Kuznetsov, Alexei Mikhailichenko, Igor Dobrovolski, Arminas Narbekovas (46’ Yuri Savitchev), Vladimir Tatartchouk, Vladimir Lioutyi (116’ Igor Skliarov).
BRASIL 1
Claudio André Mergen “Taffarel”, Andre Cruz, Luis Carlos Winck, “Aloísio” Pires Alves, Jorge Amorim Oliveira Campos “Jorginho”, José Luis “Andrade” da Silva, “Milton” Luiz de Souza Filho, José Ferreira “Neto” (74’ “Edmar” Bernardes dos Santos), Hamilton de Souza “Careca”, José Roberto Gama Oliveira “Bebeto” (75’ Sergio Donizeti Luiz “Joao Paulo”), “Romario” de Souza Farías.
01-10-1988 Olympic Stadium, Seul, Corea del Sur
Público: 74000
GOLES: 30’ Romario (BRA), 62’ Igor Dobrovolski -penal- (URS), 104’ Yuri Savitchev (URS).
Expulsados: 110’ Vladimir Tatartchouk (URS), 112’ Edmar (BRA).
Arbitro: Gerard Biguet (Francia).

Luego llegó la disolución del estado y el seleccionado jugó por un breve tiempo bajo el nombre de Comunidad de Estados Independientes, para luego seguir la continuidad con la Federación Rusa. Pero la mítica Unión Soviética, con su camiseta roja y sus siglas CCCP, no estaría nunca más en los estadios del mundo.

lunes, 3 de diciembre de 2007

¿El nuevo cuco africano?

Por Eduardo Cantaro

Desde la Copa Mundial de Argentina en el año 1978, un equipo africano se mete entre los clasificados para complicarle la vida a los seleccionados con mayor experiencia.
Si bien aún queda en una promesa, el fútbol en Africa busca dar ese paso que lo consagre definitivamente.
En las competencias olímpicas y juveniles han accedido a los títulos con claridad por sobre sus rivales, pero cuando se trata de un torneo sin restricciones de jugadores, sigeun mostrando cierta ingenuidad y dificultades para superar las etapas clasificatorias a las llaves.
En 1978 fue Túnez quien sorprendía, cuatro años más tarde lo hacían Argelia (eliminada por un partido arreglado entre Austria y Alemania Federal) y Camerún.
En Italia 1990 los camerunenses le ganaban al último campeón mundial, Argentina, en el partido inaugural y llegaban hasta los cuartos de final. En 1994 aparecía Nigeria y daba clases de buen fútbol, siendo eliminados en tiempo suplementario de los octavos de final por Italia, y en 2002 Senegal eliminaba a Francia y perdía con gol de oro en los cuartos de final.
En la última Copa Mundial, Costa de Marfil y Ghana mostraron un poderío envidiables, siendo éstos últimos los que lograron entrar en octavos de final.
La Copa de Sudáfrica 2010 le dará 6 plazas al contiente africano y la pelea en la eliminatoria será muy dura.
Además de Nigeria y Camerún, dos colosos del contiente, están para dar pelea los cinco clasificados a Alemania 2006 (Ghana, Costa de Marfil, Angola, Togo y Marruecos) y los fuertes del norte (Argelia, Túnez y Egipto).
Pero también hubo un crecimiento en Africa meridional con seleccionados que sorpresivamente se clasificaron a la Copa Africana de Naciones 2008. Guinea y Benin han desarrollado un fútbol que, si bien necesita un poco más de experiencia para competir a nivel mundial, puede complicar a cualquier desprevenido.

Pero es la República de Malí quien especialmente ha conseguido formar un seleccionado que podría asustar a más de uno en la Copa Mundial.
Con muy buenos jugadores, la mayoría actuando en el fútbol europeo, los malienses tienen figuras de renombre. Dirigidos por el internacional francés Jean-François Jodar y con futbolistas como Mamadou Diarra (Real Madrid, España), Mohammed Sissoko (Liverpool, Inglaterra), Sammy Traoré (Auxerre, Francia) y las relevantes figuras de Frederic Kanoute y Seydou Keita (Sevilla, España), esta generación de futbolistas puede dar que hablar en las próximas competencias internacionales.
La Fédération Malienne de Football fue fundada en el año 1960, cuando el pais se independizó de Francia y dos años más se afilió a la FIFA.
Tuvo su primer partido internacional en el año de su fundación ante la República Centroafricana, donde se impuso por 4 tantos contra 3, jugando luego por espacios prolongados.
Históricamente el seleccionado era débil en el contienente, quedando afuera de todas las competencias continentales en la ronda clasificatoria. Inclusive Malí jugó su primera eliminatoria mundialista en la previa de Corea/Japón 2002. Anteriormente no se inscribía o renunciaba antes de jugar.
Pero su primera participación fue pésima, ya que se quedaron afuera al perder 3 a 0 con Libia en la ronda preliminar africana. Pero en los Juegos Olímpicos de 2004 y la Copa Africana Naciones del mismo año, la nueva generación maliense demostraba que estaban unos cuantos escalones más arriba que sus antecesores. En la Copa Africana llegaron al cuarto lugar y en los Juegos Olímpicos fueron eliminados en cuartos de final por Italia, en tiempo suplementario y por la mínima diferencia.
En las eliminatorias para Alemania 2006 tuvieron otro mal paso, aunque de forma individual los jugadores se iban haciendo conocidos en los grandes equipos europeos.
En 2007 Malí eliminó a Togo en la clasificación para la Copa Africana de 2008, provocando que los encolerizados fanaticos togoleses ingresaran al campo de juego con armas a agredir a jugadores de ambos equipos, siendo los malienses los más perjudicados.
Más allá de ser candidatos a pelear el título en su continente, los jugadores que triunfan por su cuenta en Europa, deberán demostrar en las eliminatorias mundialistas que pueden ser más que una amenaza para los rivales y su técnico tendrá que trasnformar al conjunto de individualidades al gran equipo que pueden ser.